y cavóla, y despedrególa, y la plantó de la vid más escogida; y edificó en ella una torre, y también labró a pico un lagar en ella; y esperó para que diese uvas; y las dió silvestres.
Y señalaré un lugar para mi pueblo Israel, y le plantaré, y él habitará en su propio asiento, y no será inquietado más, ni volverán más los hijos de iniquidad a oprimirle, como fué al principio,
¶En aquellos días ví en Judá los que pisaban los lagares en el sábado, y que traían gavillas, cargadas sobre asnos; y también vino y uvas e higos, y toda suerte de cargas que introducían en Jerusalem en día de sábado; y protesté contra ellos el día en que así vendían víveres.
Pues ¿en que podrá ahora conocerse que hemos hallado gracia en tus ojos, yo y tu pueblo? ¿Acaso no es en que tú andes con nosotros, para que seamos distinguidos, yo y tu pueblo, de todos los demás pueblos que están sobre la faz de la tierra?
Porque la viña de Jehová de los Ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son la planta de su deleite; y él esperaba la equidad, ¡mas he aquí derramamiento de sangre! y justicia, ¡mas he aquí el clamor de los oprimidos!
Porque Jehová de los Ejércitos que te plantó, ha pronunciado el mal contra ti; a causa de la maldad de la casa de Israel y de la casa de Judá, que ellas han hecho a su gusto, para provocarme a ira, quemando incienso a Baal.
¡ISRAEL es una vid lozana, mas lleva fruto para sí mismo conforme a la abundancia de su fruto, multiplica sus altares; cuánto mejor sea su tierra, tanto mejoran ellos sus estatuas!
Que desde la cúspide de las peñas le veo, y desde las alturas le estoy contemplando: he aquí que este pueblo habitará solo, y entre las demás naciones no será contado.
y viendo una higuera solitaria cerca del camino, fué a ella; mas no halló en ella nada sino hojas solamente, y le dijo: ¡Nunca nazca de ti fruto para siempre! Y luego la higuera se secó.
¶Escuchad otra parábola: Había cierto padre de familia que plantó una viña, y la cercó con seto, y cavó en ella un lagar, y edificó una torre, y la dió en arrendamiento a labradores, y se fué al extranjero.
Y viendo desde lejos una higuera, la cual tenía hojas, fué allá, por si acaso hallase en ella algo; porque no era sazón de higos. Mas cuando llegó a ella, nada halló sino hojas.
Y COMENZÓ a hablarles en parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y arrendóla a labradores, y se fué al extranjero.
¿Quién jamás sirve como soldado a sus propias expensas? ¿quién planta una viña, y no come de su fruto? ¿o quién pastorea un rebaño, y no se alimenta de la leche del rebaño?