Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: ¡Digno eres tú de tomar el libro, y de abrir sus sellos; porque fuiste inmolado, y has adquirido para Dios con tu misma sangre, hombres de toda tribu, y lengua, y pueblo, y nación;
¶Vosotros, al contrario, sois una raza escogida, un sacerdocio real, nación santa, pueblo de posesión exclusiva; a fin de que manifestéis las excelencias de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa;
También tus puertas estarán abiertas de continuo; no se cerrarán día ni noche; para que se traiga a ti la riqueza de las naciones, y sus reyes conducidos juntamente con ellas.
Entonces sí, amanecerá, como el alba, tu luz, y brotará repentinamente el remedio de tu mal; tu justicia también irá delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.
¶Amados míos, poniendo yo todo empeño en escribiros respecto de nuestra común salvación, me veo en la necesidad de escribiros, exhortándoos que contendáis con tesón por la fe que una vez fué entregada a los santos.
Ninguna arma forjada contra ti tendrá éxito; y a toda lengua que en juicio se levantare contra ti, condenarás. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su justicia es de mí, dice Jehová.
No se oirá más la violencia en tu tierra, la desolación ni la destrucción dentro de tus términos; sino que llamarás a tus muros Salvación, y a tus puertas Alabanza.
para comunicar la alegría a los que lloran en Sión, dándoles hermosura en lugar de ceniza, el aceite de gozo en vez de lamentos, y el manto de alabanza en lugar de espíritu de pesadumbre; para que sean llamados árboles de justicia, plantados por Jehová mismo, para que él sea glorificado.
A CAUSA de Sión no guardaré silencio, y a causa de Jerusalem no descansaré; hasta que salga, como resplandor, su justicia, y su salvación como antorcha que arde.