DIJO entonces el sumo sacerdote: ¿Son así estas cosas?
Y clavando en él la vista todos los sentados en el Sinedrio, vieron su rostro como el rostro de un ángel.
Y él respondió: Varones hermanos, y padres, escuchad: El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando él en Mesopotamia, antes que habitase en Carán;