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Referencias Cruzadas

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Hechos 10:3

Biblia Version Moderna (1929)

vió éste claramente, en visión, como a la hora nona del día, a un ángel de Dios, que entraba a donde él estaba, y le decía: Cornelio.

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23 Referencias Cruzadas  

Tarde, y mañana, y al mediodía meditaré, y clamaré; y él oirá mi voz.

Entonces Jehová respondió a Moisés: Yo haré esto también que has pedido; puesto que tú has hallado gracia en mis ojos, y yo te he conocido por nombre.

A causa de mi siervo Jacob, y de Israel mi escogido, yo te llamo por tu nombre; te apellido, aunque no me has conocido.

Y cerca de la hora de nona, Jesús clamó a gran voz, diciendo:  ¡elí, elí; lamá sabactani! que quiere decir:  ¡Dios mío, Dios mío! ¿por qué me has desamparado?

Y le apareció un ángel del Señor, que estaba de pie a la derecha del altar del incienso.

Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, alabando a Dios, y diciendo:

¶Y mientras Pedro estaba muy perplejo entre sí, sobre lo que hubiese de ser la visión que había visto, he aquí que los hombres que habían sido enviados por Cornelio, habiendo preguntado por la casa de Simón, estaban delante de la puerta;

Y estando Pedro pensando en la visión, le dijo el Espíritu: He aquí, tres hombres te buscan.

Y Cornelio dijo: Hace cuatro días que estaba yo ayunando hasta esta hora: y a la hora de nona, estaba orando en mi casa, cuando, he aquí, un varón se me puso delante, en vestiduras resplandecientes,

¶Y al otro día, prosiguiendo ellos su camino, y acercándose ya a la ciudad, subió Pedro a la azotea, para orar, cerca de la hora de sexta.

Y él nos contó cómo había visto al ángel en su casa, que estaba en pie y le decía: Envía a Joppe, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro:

Porque estuvo junto a mí esta noche un ángel de Dios, de quien soy, y a quien sirvo,

PEDRO y Juan subían un día al Templo, a la hora de la oración, que era la de nona.

Mas un ángel del Señor abrió de noche las puertas de la cárcel, y sacándolos fuera, dijo:

¶Mas había cierto discípulo en Damasco, llamado Ananías; y a éste le dijo el Señor en visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.

y caído a tierra, oyó una voz que le decía: ¡Saulo! ¡Saulo! ¿por qué me persigues?

¿no son todos ellos espíritus ministradores, enviados para hacer servicio a favor de los que han de heredar la salvación?

habiendo venido a ser tanto mejor que los ángeles, cuanto ha heredado más excelente nombre que ellos.




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