y sea el temor y el pavor de vosotros sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, y sobre todo lo que se arrastra sobre el suelo, y sobre todo pez del mar: en vuestra mano son entregados.
No derribes, a causa de comida, la obra de Dios. Todas las viandas en verdad son limpias; sin embargo, lo limpio es malo para el hombre que come con ofensa de conciencia.
Esto no obstante, según todo el deseo de tu alma podrás degollar animales y comer su carne en todas tus ciudades, conforme a la bendición de Jehová tu Dios que él te hubiere dado; el inmundo lo mismo que el limpio podrá comerla, del mismo modo que la de la gacela y del ciervo;