y dijo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que no ha apartado su benevolencia y su fidelidad de mi señor! estando yo en el camino, guióme Jehová a la casa de los hermanos de mi señor.
¡Sírvante pueblos, y póstrense delante de ti naciones: seas señor de tus hermanos, e inclínense a ti los hijos de tu madre! ¡Los que te maldijeren sean malditos, y benditos los que te bendijeren!
Mas Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí, por señor tuyo le he puesto, y le he dado por siervos a todos sus hermanos: de trigo también y de vino le he surtido; y por ti ¿qué podré hacer ahora, hijo mío?
de sus hijos que quedaron en la tierra después de ellos, a quienes los hijos de Israel no pudieron destruir enteramente, de éstos hizo Salomón la leva para los trabajos serviles hasta el día de hoy.
Ahora empero anhelan otra patria mejor, es decir, la celestial: por le cual Dios no se avergüenza de ellos, para llamarse Dios suyo; porque les tiene preparada una ciudad.