Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde, y he aquí que traía una hoja fresca de olivo en el pico. Así entendió Noé que se habían retirado las aguas de sobre la tierra.
Y se dirá en aquel día: ¡He aquí, éste es nuestro Dios; le hemos esperado, y él nos salvará! ¡éste es Jehová, le hemos esperado; estaremos alegres, y nos regocijaremos en su salvación!
Por tanto, Jehová esperará para mostraros favor, y por tanto, se levantará para apiadarse de vosotros; porque Dios justo es Jehová: bienaventurados son todos los que le esperan.
Porque la visión todavía tardará hasta el plazo señalado; bien que se apresura hacia el fin, y no engañará la esperanza: aunque tardare, aguárdala, porque de seguro vendrá, no se tardará.