Porque Jehová Dios había formado de la tierra todo animal de campo, y toda ave de los cielos, y los había traído al hombre para ver cómo los llamaría; y todo lo que el hombre llamaba sucesivamente a cada alma viviente, tal fué su nombre.
El lobo y el corderito apacentarán en compañía, y el león, cual buey, comerá paja, y polvo será el alimento de la serpiente: no dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, dice Jehová.
Aun la cigüeña en los cielos conoce sus épocas determinadas, y la tórtola y la golondrina y la grulla observan el tiempo de su venida; mas mi pueblo no conoce el reglamento de Jehová.
donde no puede haber tales distinciones como griego y judío, circuncisión e incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo, o libre; sino que Cristo es todo y en todos.