Porque de aquí a siete días yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches, y raeré todo ser viviente que he hecho de sobre la faz de la tierra.
Y ningún arbusto del campo se hallaba aún en la tierra, y ninguna planta del campo había nacido todavía, (porque Jehová Dios no había hecho llover sobre la tierra), y no había hombre que labrase el suelo;
Y dijo Dios a Noé: El fin de toda carne ha llegado delante de mí; porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos, y he aquí que voy a destruirlos juntamente con la tierra.
Pues yo, he aquí que yo voy a traer un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir de debajo del cielo toda carne que tiene en sí aliento de vida; todo lo que está en la tierra, morirá.
Y dijo Jehová: Raeré al hombre que he creado de sobre la faz de la tierra; desde el hombre hasta la bestia, hasta el reptil, y hasta el ave de los cielos, porque me pesa el haberlos hecho.
Por tanto, así dice Jehová: He aquí que yo te voy a enviar de sobre la faz de la tierra; en este año morirás, por cuanto has proferido palabras de rebelión contra Jehová.
Y también os he detenido las lluvias, cuando faltaban todavía tres meses para la siega; hice llover sobre una ciudad, y sobre otra hice que no lloviese; a una porción del campo se le dió lluvia, y la porción en que no llovió, se secó.
El que venciere será así revestido de ropas blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, sino confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus santos ángeles.