Por cuanto fué tierno tu corazón, y te humillaste delante de Dios, cuando oíste sus palabras dichas contra este lugar y contra sus habitantes; y te humillaste ante mí, y rasgaste tus vestidos, y lloraste delante de mí; por tanto yo también te he oído a ti, dice Jehová.
No se oirá más la violencia en tu tierra, la desolación ni la destrucción dentro de tus términos; sino que llamarás a tus muros Salvación, y a tus puertas Alabanza.
Como una fuente brota sus aguas, así brota ella su maldad: violencia y rapiña se oyen en ella; delante de mí continuamente están sus enfermedades y sus heridas.
A causa de la abundancia de tu tráfico, llenaron tus calles de violencia, y tu has pecado; por tanto yo te degrado, echándote del monte de Dios; y te destruyo, ¡oh querubín que cubres con tus alas! y te echo de en medio de las piedras de fuego.
Entonces me dijo: ¿Has visto esto, oh hijo del hombre? ¿Es acaso cosa liviana para la casa de Judá el hacer las abominaciones que cometen aquí? pues han llenado la tierra de violencia, y luego se vuelven para provocarme a ira: y ¡he allí, cómo aplican el ramillete a la nariz!
¿Hasta cuándo, oh Jehová, he de clamar, sin que tú me oigas? ¿hasta cuándo daré voces a ti, a causa de la violencia que se me hace, sin que tú me salves?
Porque la violencia hecha al Líbano te cubrirá, y la destrucción de las bestias que aquella violencia aterraba; a causa de la derramada sangre humana, y de la violencia hecha a la tierra, a la ciudad y a todos los que habitan en ella.
Por cuanto tú has saqueado a muchas naciones, todo el residuo de los pueblos te saquearán a ti; a causa de la derramada sangre humana, y de la violencia hecha a la tierra, a la ciudad, y a los que habitan en ella.
¶Mas sabemos que cuanto dice la ley, ella lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca enmudezca, y el mundo todo se tenga por reo delante de Dios.
Porque yo sé que después de mi muerte os corromperéis totalmente, y os apartaréis del camino que os he prescrito, y así os sobrevendrá el mal en los días venideros, cuando hayáis hecho lo que es malo a los ojos de Jehová, provocándole a ira con las obras de vuestras manos.
Pero sucedía que al morir el juez, se volvían atrás y se corrompían más que sus padres, andando en pos de otros dioses para servirles y para postrarse delante de ellos: no se apartaban de estas sus malas obras, ni de este su perverso camino.