¶Mas estando Eliseo enfermo de aquella enfermedad suya de la cual había de morir, le fué a ver Joás rey de Israel; y lloró sobre su rostro, y decía: ¡Padre mío! ¡padre mío! ¡carro de Israel y su gente de a caballo!
¶Pero no quiero que estéis en ignorancia, hermanos, en cuanto a los que duermen en el Señor; para que no os entristezcáis del modo que los demás que no tienen esperanza.