Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento y treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han alcanzado a los días de los años de la vida de mis padres, en los días de su peregrinación.
No edificarán más para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque como los días de un árbol, serán los días de mi pueblo, y mis escogidos agotarán el usufructo de la obra de sus manos.