Y había seis gradas al trono, y una tarima de oro, afianzadas al trono: había también brazos de ésta y de aquélla parte del lugar del asiento, y dos leones, de pie, junto a los brazos:
Porque yo seré como león para Efraim, y como leoncillo a la casa de Judá; ¡yo, yo arrebataré la presa, y me iré; me la llevaré, y no habrá quien me la quite!
También el residuo de Jacob estará entre las naciones, y en medio de muchos pueblos, como león entre las bestias de la selva, como leoncillo entre los rebaños de ovejas; el cual si pasare por ellas, las huella, y despedaza, y no hay quien las libre.
He aquí que el pueblo como leona se levantará, y cual león se ensalzará en poder: no se acostará hasta que comiere de la presa, y bebiere de la sangre de los degollados.
Y díjome uno de los ancianos: ¡No llores! he aquí que el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha prevalecido para abrir el libro, y para soltar sus siete sellos.