No se apartará de Judá el cetro, ni la vara de gobernador de entre sus pies, hasta que venga el Pacificador: y a Él será tributada la obediencia de las naciones.
En aquel día, pues, habrá un Renuevo de la raíz de Isaí, que se presentará como bandera a los pueblos, y a él acudirán las naciones: y será glorioso su descanso.
Y acontecerá que en los postreros días, el monte de la Casa de Jehová será establecido como cabeza de los demás montes, y será ensalzado sobre los collados; y como ríos, fluirán a él todas las naciones.
¡HE aquí a mi Siervo, a quien yo sustento, mi Escogido, en quien se complace mi alma; he puesto mi Espíritu sobre él, y traerá justicia a las naciones!
¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David.
He aquí que Jehová ha hecho proclamación hasta los fines de la tierra: ¡Decid a la hija de Sión: He aquí que viene tu Salvador! ¡he aquí que su premio está con él, y su recompensa delante de él!
Porque un Niño nos ha nacido, un Hijo nos es dado: y el dominio estará sobre su hombro; y se le darán por nombres suyos: Maravilloso, Consejero, Poderoso Dios, Padre del siglo eterno, Príncipe de Paz.
Y su Príncipe será uno de ellos mismos, y su Gobernador procederá de en medio de ellos: y yo le haré acercar, y él se llegará a mí; porque ¿quién es aquel que ha tenido osadía para llegarse a mí? dice Jehová.
entonces también desecharé yo la simiente de Jacob y de David mi siervo, de modo que no tome de su simiente quienes rijan la simiente de Abraham, Isaac y Jacob: porque yo haré tornar su cautiverio, y tendré compasión de ellos.
Y había en ella varas fuertes para cetros de soberanos, y elevóse su estatura entre las nubes; y fué vista de lejos a causa de su altura, y de la multitud de sus sarmientos.
y fuego ha salido de las varas de sus ramas, que devora su fruto; y no le queda vara fuerte alguna que sirva para cetro de soberano! ¡Endecha es ésta, y servirá de endecha!
Serás, oh Ammón, como combustible para el fuego; tu sangre estará en medio de tu misma tierra. ¡No habrá más memoria de ti! porque yo, Jehová, lo he dicho.
Sabe pues, y entiende que desde que salga la orden para restaurar y reedificar a Jerusalem, hasta el Mesías, el Príncipe, habrá siete semanas y sesenta y dos semanas: la ciudad volverá a edificarse con calle y foso, bien que en tiempos de angustia.
Efraim me tiene rodeado de mentiras, y la casa de Israel de falsedades; Judá también es aún inconstante con su Dios, y con el Santísimo, el cual es fiel.
E Israel pasará por un mar de angustia: mas herirá Dios al mar undoso, y se secarán todas las honduras del Nilo, y será humillado el orgullo de Asiria, y el cetro de Egipto se apartará de él.
Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mí pueblo; y yo habitaré en medio de ti: y conocerás que Jehová de los Ejércitos me ha enviado a ti.
¡Le estoy viendo, mas no es de ahora, le estoy mirando, mas no en tiempos cercanos: de Jacob ha salido una ESTRELLA, y de Israel se ha levantado un CETRO, que hiere los costados de Moab, y destruye a todos los hijos de tumulto!
Todavía hablaba él, cuando, he aquí, una nube de luz que les cubrió; y he aquí una voz salía de la nube que decía: ¡Éste es mi amado Hijo, en quien tengo mi complacencia! ¡oídle a él!
Y las multitudes que iban delante, y las que seguían detrás, le aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!
Desde entonces Pilato procuraba soltarle; mas los judíos gritaron, diciendo: ¡Si tú sueltas a éste, no eres amigo de César! ¡todo aquel que se hace rey, habla contra César!
Mas ellos gritaron: ¡Quítale, quítale! ¡crucifícale! Pilato les dice: ¿A vuestro rey tengo de crucificar? Respondieron los jefes de los sacerdotes: ¡No tenemos más rey que César!
Y otra vez, dice Isaías: ¡Habrá un Renuevo de la raíz de Isaí, es decir, aquel que se levantará para regir a las naciones; y en él esperarán las naciones.
porque todos hemos de ser manifestados ante el tribunal de Cristo; para que cada uno reciba otra vez las cosas hechas en el cuerpo, según lo que haya hecho, sea bueno o malo.
así respecto de su niño recién nacido como respecto de sus demás hijos que hubiere parido; porque ella sola los comerá ocultamente, en la falta de todo, en la premura y en la estrechez con que te estrecharán tus enemigos dentro de tus ciudades.
¶Y el séptimo ángel tocó la trompeta: y hubo grandes voces en el cielo, que decían: ¡El reino del mundo ha venido a ser el reino dé nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará para siempre jamás!