Ahora pues, júrame por Dios, aquí mismo, que no te portarás falsamente conmigo, ni con mi hijo, ni con mi posteridad; sino que conforme a la bondad que yo he usado contigo, así lo harás tú conmigo, y con la tierra en donde has habitado.
¡Los dioses de Abraham, y los dioses de Nacor juzguen entre nosotros! dioses también del padre de ellos. Mas Jacob juró por el Temor de su padre Isaac.
Se acercaron entonces los días en que Israel había de morir; por lo cual llamó a José, y le dijo: Si es que he hallado gracia en tus ojos, ruégote que pongas tu mano debajo de mi muslo, y uses conmigo de misericordia y verdad. Ruégote no me sepultes en Egipto;
Mi padre me juramentó, diciendo: He aquí, yo me muero; en la sepultura que abrí para mí, en la tierra de Canaán, allí me has de enterrar. Ahora pues, permite que suba, y sepulte a mi padre; y volveré.
Además cuando entraron los siervos del rey para bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: ¡Haga Dios que sea el nombre de Salomón mejor que tu nombre, y engrandezca su trono más que tu trono! se ha inclinado el rey sobre su cama.