Vosotros es cierto os propusisteis contra mí el mal; pero Dios lo propuso para bien, a fin de hacer lo que hoy se ve, a saber, conservar la vida de mucha gente.
A este Moisés de quien habían renegado diciendo: ¿Quién te constituyo a ti príncipe y juez? a éste mismo envió Dios como príncipe y redentor, por medio del ángel que le apareció en la zarza.
Mas tuvo una grandísima sed, y clamó a Jehová, diciendo: Tú has dado por mano de tu siervo esta tan grande salvación, ¿y ahora acaso tengo que morir de sed, o caer en mano de estos incircuncisos?