En seguida le refirieron todas las palabras que José les había hablado; y cuando vió los carros que José había enviado para llevarle, revivió el espíritu de Jacob su padre.
Puesto que has sido mandado, haced esto: Tomaos de la tierra de Egipto carros para vuestros niños y para vuestras mujeres; traed también a vuestro padre y venid.
Porque así dice el Alto y el Excelso, que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en el lugar alto y santo; habito también con aquel que es de espíritu contrito y humilde; para vivificar el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los contritos.
Entonces abrió Dios una cuenca que hay en Lehí, y salieron de allí aguas: y cuando hubo bebido, le volvió su espíritu, y Samsón revivió. Por tanto fué llamada aquella fuente, Fuente del Clamante; la cual permanece en Lehí hasta este día.
Le dieron también un pedazo de un pan de higos secos, y dos racimos de uvas pasas. Y cuando hubo comido, le volvió el espíritu: pues no había comido pan, ni bebido agua, en tres días y tres noches.