Y tomad doble cantidad de dinero en vuestra mano; también el dinero devuelto en la boca de vuestros costales volvedlo a llevar en vuestra mano: quizás fué yerro.
mas sucedió que cuando llegamos a la posada, abrimos nuestros costales, y he aquí el dinero de cada uno en la boca de su costal; nuestro dinero en su peso cabal; y lo hemos vuelto a traer en nuestra mano;
Él entonces les respondió: ¡Paz a vosotros; no temáis! vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os ha dado un tesoro escondido en vuestros costales; yo recibí vuestro dinero. Y sacóles a Simeón.