Mas él se tardaba; por lo cual trabaron los varones de su mano, y de la mano de su mujer, y de la mano de sus dos hijas, en la clemencia de Jehová para con él, y le sacaron, y le dejaron fuera de la ciudad.
Les dijo entonces Israel su padre: Ya que ha de ser así, haced esto: Tomad de lo mejor del país en vuestras vasijas, y llevad a aquel hombre un presente: un poco de bálsamo, un poco de miel, de especias, de mirra, de nueces y almendras.
Yo responderé de él; de mi mano le demandarás: si yo no te le volviere a traer, y le pusiere delante de ti, ¡lleve yo la culpa por siempre para contigo!