Enviad a uno de vosotros que traiga a vuestro hermano, y vosotros quedaréis presos; así serán comprobadas vuestras palabras, si hay verdad en vosotros; y si no, ¡por vida de Faraón! que sois espías.
y traedme a vuestro hermano menor: así sabré que no sois espías, sino que: sois hombres de bien: os daré entonces a vuestro hermano, y traficaréis en la tierra.
Entonces dijeron los príncipes de los hijos de Ammón a Hanún su señor: ¿Te parece que David quiere honrar a tu padre, por cuanto te ha enviado consoladores? ¿No es más bien para examinar la ciudad y para explorarla, a fin de derribarla para lo que ha enviado David sus siervos a ti?
Envía hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual voy a dar a los hijos de Israel; un hombre de cada una de las tribus de sus padres enviaréis, siendo cada uno príncipe en ellas.
¶Y armándole asechanzas, enviaron espías, que se fingiesen justos, para cogerle en alguna palabra suya, a fin de entregarle a la jurisdicción y potestad del gobernador.
ENTRETANTO Josué hijo de Nun había enviado secretamente desde Sitim dos hombres, espías, diciendo: Andad, reconoced la tierra, y particularmente a Jericó. Ellos partieron pues, y entraron en case de cierta mujer ramera, llamada Rahab, y posaron allí.
Entraron pues los mancebos, los espías, y sacaron a Rahab, y a su padre, y a su madre, y a sus hermanos, y a cuanto era suyo; sacaron también a todos sus parientes; y los dejaron en salvo fuera del campamento de Israel.
Y los sitiadores vieron a un hombre que salía de la ciudad, y le dijeron: Muéstranos, te rogamos, por donde entrar en la ciudad, y usaremos de misericordia contigo.