Entonces ellos dijeron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un mismo varón en la tierra de. Canaán; y he aquí, el menor está con nuestro padre hoy, y el otro ya no existe.
Y les dijo su padre Jacob: Vosotros me habéis privado de mis hijos: ¡José no parece, y Simeón no parece, y queréis llevar a Benjamín! ¡todas estas cosas me están en contra!
Mas él respondió: No irá mi hijo con vosotros; pues su hermano es muerto, y él solo me ha quedado; y le va a suceder alguna desgracia en el camino por donde vais: así haréis descender mis canas con dolor a la sepultura.
Él entonces alzó los ojos, y vió a Benjamín, hermano suyo, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor de quien me hablasteis? Y dijo: ¡Dios te sea propicio, hijo mío!
Y le contestaron: Con mucha particularidad nos preguntó el hombre acerca de nosotros y de nuestra parentela, diciendo: ¿Vive todavía vuestro padre? ¿Tenéis otro hermano? Y le declaramos conforme a estas palabras: ¿De dónde habíamos de saber que iba a decir: Haced venir a vuestro hermano?
Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos padre, anciano ya, y un niño de su vejez, el menor de todos; y su hermano murió, y él fué dejado el único de su madre, y su padre le ama.
Y le dieron las nuevas, diciendo: ¡José vive aún! ¡y él es gobernador de toda la tierra de Egipto! Mas permaneció frío su corazón, porque no les creía.
Así dice Jehová: Se oye una voz en Ramá lamentación y llanto amargo: es Raquel que llora a sus hijos, y rehusa ser consolada acerca de sus hijos, porque ya no existen.
¶Entonces Herodes, viéndose burlado por los magos, enfurecióse sobremanera; y enviando soldados, mató a todos los niños varones que había en Bet-lehem, y en todos sus términos, de dos años abajo, de arreglo con el tiempo que con particularidad había averiguado de los magos.