Mas he aquí otras siete vacas que subían del río tras ellas, feas de parecer y enjutas de carne, y se pusieron junto a aquellas primeras vacas a la orilla del río.
Los prados de junto al río, los de junto a la boca del río, y todo lo sembrado a lo largo del río, se secará, será arrebatado del viento, y desaparecerá.