Al huerto de las nueces descendí yo un día, parar las lozanas plantas del valle; para ver si estaba en cierne la vid, y si los ganados echaban sus flores.
Y sucedió que al día siguiente entró Moisés en el Tabernáculo del Testimonio; y he aquí que había florecido la vara de Aarón, la de la casa de Leví; y echando botones, había brotado flores y producido almendras.