y dijeron: ¡Vamos! edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue a los cielos, y hagámonos un nombre para que no seamos dispersados sobre la faz de toda la tierra.
¶Y había Absalom durante su vida tomado en mano y erigido para sí la columna que está en el Valle del Rey; porque decía: No tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre. Por eso llamó la columna de su mismo nombre; la cual se llama Monumento de Absalom hasta el día de hoy.
El rey habló y dijo: ¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado para metrópoli del reino, con la fuerza de mi poder, y para la gloria de mi grandeza?