Mas él rehusó, y dijo a la mujer de su señor: He aquí, mi señor no se entiende conmigo acerca de lo que está en casa, y todo lo que tiene lo ha puesto en mi mano.
No miraba el alcaide de la cárcel por cosa alguna que estaba en su mano; porque Jehová era con José, y lo que él hacía Jehová lo prosperaba.
Por eso José halló gracia en sus ojos, y era su administrador; pues él le encargó el gobierno de su casa, y cuanto tenia lo puso en su mano.
¡Hijo mío, si los pecadores quisieren atraerte con halagos, no lo consientas!
El hombre de muchos amigos labra su misma destrucción; pero hay un amigo que es más apegado que el hermano.
Cuando entrare la sabiduría en tu corazón, la ciencia fuere grata a tu alma;
Hoyo profundo es la boca de las adúlteras; aquel que es aborrecido de Jehová caerá en él.
Así sucede con aquel que se llegare a la mujer de su prójimo: ninguno que la tocare quedará sin castigo.
a fin de que te guarden de la mujer ajena, de la extraña que habla zalamerías.