Y aunque han sido detenidos los aguaceros, y no han venido las lluvias tardías, sin embargo, tienes la frente de una ramera; rehusas sentir la vergüenza.
En cada encrucijada de camino edificaste tu alto, e hiciste abominable tu hermosura, abriendo tus pies a cualquiera que pasaba, y multiplicando así tus fornicaciones.
Y ha sucedido contigo, en tus fornicaciones, lo contrario de las demás mujeres; a saber, que ninguno sigue tras de ti para fornicar, y que tú das la paga, mientras que la paga no se te da a ti; y así has sido todo lo contrario de ellas.
teniendo los ojos llenos de adulterio, y que no pueden cesar de pecar; atrayendo con halagos las almas inconstantes; teniendo un corazón ejercitado en la avaricia; hijos de maldición,
Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la vanagloria de la vida, no procede del Padre, sino que es del mundo.