Ahora pues, júrame por Dios, aquí mismo, que no te portarás falsamente conmigo, ni con mi hijo, ni con mi posteridad; sino que conforme a la bondad que yo he usado contigo, así lo harás tú conmigo, y con la tierra en donde has habitado.
Y le apareció Jehová aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, porque contigo soy yo, y te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por causa de Abraham mi siervo.
Y ellos respondieron: Claramente hemos visto que Jehová es contigo; y dijimos: Haya pues juramento entre nosotros, es decir, entre nosotros y tú, y hagamos un pacto contigo,
que poca cosa era lo que tenías antes de mi venida, y de repente se ha hecho una multitud; pues te ha bendecido Jehová con mi manejo: y ahora, ¿cuándo he de trabajar también por mi propia casa?
Entonces prosperarás, si cuidares de cumplir los estatutos y las leyes que Jehová ordenó a Moisés respecto de Israel. ¡Ten fortaleza y buen ánimo! ¡no temas, ni te amedrentes!
Pues se esmeró en buscar a Dios durante los días de Zacarías, el cual era entendido en visiones de Dios; y en los días que buscaba a Jehová, Dios le prosperaba.
Mas yo les volví contestación y les dije: El Dios del cielo nos dará próspero suceso; por lo cual nosotros, siervos suyos, nos levantaremos y edificaremos. Pero vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni memorial en Jerusalem.
Y será como un árbol plantado junto a las corrientes de las aguas, que da su fruto en su tiempo; su hoja también no se marchita; y cuanto él hiciere prosperará.
Así dice Jehová de los Ejércitos: En aquellos días sucederá que diez hombres de todas las lenguas de las naciones se asirán, sí, se asirán de la falda del manto del Judío, diciendo: ¡Iremos con vosotros, porque hemos oído decir que con vosotros está Dios!
El primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga aparte algo, para guardarlo, según haya prosperado, para que cuando yo vaya, no haya que hacer entonces las colectas.
Porque Jehová tu Dios te ha bendecido, oh Israel, en toda obra de tus manos: pues él se ha hecho cargo de tu viaje por este gran desierto; estos cuarenta años Jehová tu Dios ha estado contigo, y ninguna cosa te ha hecho falta.
He aquí, yo haré a los de la sinagoga de Satanás, a los que dicen que ellos son judíos, y no lo son, sino que mienten: he aquí, los haré que vengan y se postren ante tus pies, y sepan que yo te he amado.