Y sucedió, cuando ella vió que le había dejado su vestido en la mano, y había huído fuera,
Ella pues le cogió de su vestido, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él dejó su vestido en mano de ella, y huyó, saliéndose fuera.
que llamó a los hombres de su casa y les dijo: Ya veis que nos ha traído un hebreo para que se riese de nosotros: vino a mí para acostarse conmigo, y yo clamé a grandes voces;