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Referencias Cruzadas

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Génesis 37:9

Biblia Version Moderna (1929)

Y soñó aún otro sueño, y contólo a sus hermanos, diciendo: He aquí, he soñado otro sueño más; y he aquí que el sol y la luna y once estrellas se inclinaban ante mí.

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19 Referencias Cruzadas  

Mas vino Dios a Abimelec, en sueños de la noche, y le dijo: ¡He aquí, muerto eres, por causa de la mujer que has tomado, porque es casada con marido!

Contólo también a su padre y a sus hermanos; pero le reprendió su padre, y le dijo: ¿Qué sueño es este que has soñado? ¿Hemos en verdad de venir, yo y tu madre y tus hermanos, a postramos a tierra delante de ti?

He aquí, estábamos atando gavillas en el campo; y he aquí que se levantó mi gavilla, y también se quedó derecha, mientras que vuestras gavillas poniéndosele al rededor, se inclinaban ante mi gavilla.

Y le dijeron sus hermanos: ¿Reinarás tú sobre nosotros? ¿o te enseñorearás tú de nosotros? Y le aborrecieron todavía más a causa de sus sueños y sus palabras.

Entonces dijo José a Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: lo que Dios va a hacer, lo manifiesta a Faraón.

Y en cuanto al suceder el sueño a Faraón dos veces, fué porque es cosa establecida de parte de Dios, y Dios se apresura a hacerla.

Y era José el gobernador de la tierra; era él quien vendía el grano a todo el pueblo de la tierra. Vinieron pues los hermanos de José, y se le postraron rostro a tierra.

Y cuando vino José a casa, le trajeron dentro de la casa el presente que habían traído consigo; y postráronse delante de él en tierra.

Y ellos respondieron: Está bueno tu siervo nuestro padre, vive todavía; e inclinaron la cabeza y se postraron.

Así vino Judá con sus hermanos a casa de José (pues éste estaba allí todavía), y cayeron a tierra en su presencia.

Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre, o hermano?

Daos prisa en ir a mi padre, y decidle: Así dice tu hijo José: Me ha puesto Dios por señor de todo el Egipto; ven a mí, no te tardes:

Unció pues José su carro, y subió a recibir a Israel su padre en Gosén: y se le presentó, y cayó sobre su cuello, y lloró sobre su cuello repetidas veces.

Y José alimentaba a su padre y a sus hermanos y toda la casa de su padre con pan, según el censo de las familias.

Engrandecióse pues contra la milicia del cielo, y echó a tierra algunos de la milicia celestial y de las estrellas, y los holló.

Él entonces les dijo: Escuchad mis palabras: Si hubiese profeta tal como vosotros, yo Jehová me daría a conocer a él en visión, o en sueños le hablaría.

para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha, en medio de una generación torcida y perversa, entre quienes resplandecéis, como lumbreras celestiales, en el mundo,




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