Porque la hacienda de ellos era demasiado grande para que habitasen juntos; pues la tierra de sus peregrinaciones no podía sostenerlos, por ser muchos sus ganados.
Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, a saber, toda la tierra de Canaán, por posesión para siempre; y seré el Dios de ellos.
Porque extranjeros somos delante de ti, y transeuntes, lo mismo que todos nuestros padres: como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no admiten espera.
ni tampoco edificaréis casa, ni sembraréis granos, ni plantaréis viñas, ni poseeréis estas cosas, sino antes habitaréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis largo tiempo sobre la tierra en donde sois extranjeros.
Por fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa, como en tierra extraña, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa: