ENTONCES Jacob alzó los ojos, y vió que, he aquí Esaú venía, y con él cuatrocientos hombres. Repartió pues los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas.
será muy avergonzada Babilonia, vuestra madre; será abochornada la que os dio a luz. ¡He aquí que será la postrera de las naciones, un desierto, una tierra seca, una soledad!
Y ellos me serán un tesoro especial, dice Jehová de los Ejércitos, en aquel día que yo preparo; y me compadeceré de ellos, como un hombre se compadece de su mismo hijo que le sirve.