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Referencias Cruzadas

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Génesis 32:13

Biblia Version Moderna (1929)

Y pasó allí la noche: y tomó de lo que le venía a la mano un presente para Esaú su hermano:

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18 Referencias Cruzadas  

Y haré que tu simiente sea como el polvo de la tierra; de modo que si alguien pudiera contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada.

Y le sacó fuera, y dijo: Mira hacia los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar; y le dijo: ¡Así será tu simiente!

Porque alzando los ojos miró, y he aquí que tres varones estaban en pie cerca de él; y cuando los vió, corrió a recibirlos, desde la puerta de su tienda, e inclinóse a tierra,

que bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como las arenas a la orilla del mar; y tu simiente poseerá la puerta de sus enemigos;

Doscientas cabras y veinte machos de cabrío; doscientas ovejas y veinte carneros;

Pero Jacob le dijo: No sea así, te lo ruego, si he hallado gracia en tus ojos; sino que has de recibir un presente de mi mano, por lo mismo que he visto tu rostro, como quien ve el rostro de Dios, y tú te complaciste en mí.

Dijo Esaú además: ¿Qué propones con toda esta muchedumbre de ganado que acabo de encontrar? A lo que respondió Jacob: Es para hallar gracia en los ojos de mi señor.

Y era José el gobernador de la tierra; era él quien vendía el grano a todo el pueblo de la tierra. Vinieron pues los hermanos de José, y se le postraron rostro a tierra.

Les dijo entonces Israel su padre: Ya que ha de ser así, haced esto: Tomad de lo mejor del país en vuestras vasijas, y llevad a aquel hombre un presente: un poco de bálsamo, un poco de miel, de especias, de mirra, de nueces y almendras.

Y cuando vino José a casa, le trajeron dentro de la casa el presente que habían traído consigo; y postráronse delante de él en tierra.

Por lo cual aposté por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los claros--aposté allí la gente, por parentelas, con sus espadas, sus lanzas y sus arcos.

Piedra preciosa es la dádiva a los ojos de su dueño; a dondequiera que gira, tiene éxito.

La dádiva del hombre le abre ancho paso, y le conduce a la presencia de los grandes.

Muchos harán la corte al que es generoso; y todo hombre es amigo de aquel que hace regalos.

El don secreto calma la ira; y una dádiva metida en el seno, la mayor indignación.

Y ahora, este regalo que ha traído tu sierva a mi señor, sea dado a los mancebos que siguen al mando de mi señor.

Pregunta a tus mozos, que ellos te dirán lo mismo; hallen pues mis mozos favor en tus ojos; porque en buen día hemos venido: ruégote que des lo que te viniere a la mano a tus siervos y a tu hijo David.




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