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Referencias Cruzadas

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Génesis 32:10

Biblia Version Moderna (1929)

indigno soy de todas las mercedes y de toda la fidelidad de que has usado para con tu siervo: porque con mi báculo pasé este Jordán, y ahora he venido a ser dos campamentos.

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33 Referencias Cruzadas  

Y respondió Abraham: He aquí, con tu permiso, he tenido el atrevimiento de hablar al Señor, yo que soy polvo y ceniza:

Y dijo: Jehová, Dios de mi señor Abraham, ruégote me depares buen encuentro hoy, y que uses de benevolencia para con mi señor Abraham.

y dijo: ¡Bendito sea Jehová, el Dios de mi señor Abraham, que no ha apartado su benevolencia y su fidelidad de mi señor! estando yo en el camino, guióme Jehová a la casa de los hermanos de mi señor.

y he aquí, Jehová estaba en lo más alto de ella, y dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado, te la daré a ti y a tu simiente.

Y he aquí que yo seré contigo, y te guardaré dondequiera que anduvieres, y te haré volver a esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya cumplido lo que he prometido acerca de ti.

De esta suerte el hombre medró repentinamente de un modo extraordinario; y tuvo muchos rebaños, y siervas, y siervos, y camellos y asnos.

Además Jehová dijo a Jacob: Vuelve a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo seré contigo.

y tengo bueyes, y asnos, y rebaños, y siervos y siervas; y he enviado a avisar a mi señor, para hallar gracia en sus ojos.

Jacob pues temió mucho, y angustióse; y dividió el pueblo que tenía, y los rebaños, y las vacadas, y los camellos, en dos campamentos;

¶Entretanto David había venido a Mahanaim; Absalom también pasó el Jordán, él y todos los hombres de Israel con él.

¶Entonces el rey David fué y se sentó delante de Jehová, y dijo: ¿Quién soy yo, oh Señor, Jehová, y cuál es mi casa, para que me hayas elevado hasta tal punto?

Como quiera que sea, el justo seguirá resueltamente su camino, y el que es de manos limpias se hará más y más fuerte.

de modo que habrá sido pequeño tu principio comparado con tu postrer estado, que será muy grande.

¡Oh alma mía! dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor: mi bondad no te aprovecha a ti,

Tú también me has dado el escudo de tu salvación, y tu diestra me ha sustentado, y tu mansedumbre me ha engrandecido.

Se sentará entronizado eternamente delante de Dios; ¡apercibe misericordia y verdad, para que le guarden!

Sin embargo, le hiciste un poco menor que los ángeles; le coronas también de gloria y honra,

Irán de fuerza en fuerza; cada uno de ellos se presentará delante de Dios en Sión.

La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron;

Pero la senda de los justos es como la luz de la aurora, que se va aumentando en resplandor hasta que el día es perfecto.

Entonces yo dije: ¡Ay de mí, pues soy perdido! porque soy hombre de labios inmundos, y en medio de un pueblo de labios inmundos habito; por cuanto mis ojos han visto al Rey, a Jehová de los Ejércitos.

Yo haré recordar las misericordias de Jehová y las alabanzas de Jehová, según todos los beneficios que Jehová nos ha hecho, y su grande bondad para con la casa de Israel; los cuales él les ha hecho, conforme a sus compasiones, y conforme a la multitud de sus misericordias.

Cumplirás la verdad prometida a Jacob, la misericordia pactada con Abraham; la cual juraste a nuestros padres desde los días de la antigüedad.

De igual manera vosotros también, cuando hubiereis hecho todo lo que os es mandado, decid: Siervos inútiles somos; porque lo que era de nuestra obligación hacer es lo que hemos hecho.

Simón Pedro, pues, viendo esto, cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador!

¶¡Me he hecho un insensato! vosotros me compelisteis; pues yo debiera haber sido encomiado por vosotros: porque en nada he sido inferior a los más eminentes apóstoles; aunque nada soy.

Antes bien, te acordarás de Jehová tu Dios; porque él es quien te da poder para adquirir riquezas, a fin de cumplir el pacto que juró a tus padres, como se ve el día de hoy.

¶De la misma manera, vosotros los jóvenes, someteos a los ancianos; y todos vosotros, ceñíos de humildad, para servir los unos a los otros; porque Dios resiste a los soberbios, mas da gracia a los humildes.




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