mas del fruto del árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comeréis de él, ni lo tocaréis, no sea que muráis.
Y díjole Dios en sueños: Sí, yo sé que con sencillez de tu corazón has hecho esto; y también te detuve yo de pecar contra mí; por eso no te permití tocarla.
Y respondió la mujer a la serpiente: Del fruto de los árboles del jardín bien podemos comer:
Entonces dijo la serpiente a la mujer: De seguro que no moriréis;
¡No toquéis a mis ungidos, y a mis profetas no hagáis mal!
Mas ruégote que, por el contrario, extiendas tu mano y toques todo cuanto tiene; y verás como reniega de ti en tu misma presencia.
¡Tened compasión de mí, tened compasión de mí, vosotros mis amigos, porque la mano de Dios me ha tocado!
Empero ruégote que extiendas tu mano y toques su hueso y su carne; y verás como reniega de ti en tu misma presencia.
EN cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno sería que el hombre no tocase mujer;
Por lo cual ¡salid de en medio de ellos y separaos, dice el Señor, y no toquéis a cosa inmunda; y yo os recibiré,
¡No cojáis, ni gustéis, ni toquéis!