Siria comerciaba contigo, a causa de la abundancia de tus artefactos; con esmeraldas, y púrpura, y obra recamada, y lino fino, y corales, y rubíes, negociaban en tus mercados.
En seguida responderás, y dirás en presencia de Jehová tu Dios: Un siro a punto de perecer fué mi padre; el cual, con muy pocos hombres, bajó a Egipto para morar allí temporalmente, y allí vino a ser una nación grande, fuerte y numerosa.