¶Y en aquel tiempo hizo Josué una solemne imprecación, diciendo: ¡Maldito delante de Jehová sea el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó! ¡en su primogénito eche los cimientos de ella, y en su hijo menor asiente sus puertas!
Porque cuando un hombre halla desprevenido a su enemigo, ¿le dejará seguir su camino sano y salvo? Por lo mismo Jehová te galardone con bien por aquello de este día que has hecho conmigo.