Y le respondió Jehová: Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos serán separados desde tus entrañas; y el un pueblo será más fuerte que el otro pueblo; y el mayor servirá al menor.
¡Sírvante pueblos, y póstrense delante de ti naciones: seas señor de tus hermanos, e inclínense a ti los hijos de tu madre! ¡Los que te maldijeren sean malditos, y benditos los que te bendijeren!
Y puso guarniciones en Edom; por todo el Edom puso guarniciones; y todos los Idumeos vinieron a ser siervos de David. Así Jehová daba victoria a David dondequiera que iba.
Has batido, es cierto, a Edom, y se te ha elevado el corazón; gloríate de esto, y estáte en tu casa; pues ¿por qué quieres ponerte en contienda con la calamidad, para que te pierdas tú, y Judá contigo?
Con todo rebelóse Edom, y salió de bajo la mano de Judá hasta el día de hoy. Entonces rebelóse la ciudad de Libna al mismo tiempo, y salió de bajo su mano; por cuanto él había dejado a Jehová, el Dios de sus padres.