E hizo él también manjares sabrosos y los trajo a su padre, y dijo a su padre: ¡Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga su alma!
Y dijo Jacob a su padre: Soy Esaú, tu primogénito; he hecho como me dijiste; levántate, te ruego, siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma.
Y aconteció que apenas acababa Isaac de bendecir a Jacob, y no bien hubo salido Jacob de la presencia de Isaac su padre, cuando Esaú su hermano llegó de su caza.