Dijo por tanto: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que le bendiga mi alma. Y él se la acercó, y comió; y le trajo vino, y bebió.
Empero le dijo: ¿Eres tú en realidad mi hijo Esaú? Y él respondió: Lo soy.
Entonces le dijo Isaac su padre: Acércate y bésame, hijo mío.
y hazme manjares sabrosos, como me gustan, y tráemelos, para que yo coma y mi alma te bendiga antes que yo muera.