Y ACONTECIÓ que cuando Isaac era viejo, y se le habían ofuscado los ojos de modo que ya no veía, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: ¡Hijo mío! y él respondió: Heme aquí.
Y lo hizo así la mujer de Jeroboam; pues se levantó, y fue a Silo, y llegó a casa de Ahías. Y Ahías no podía ya ver, porque se le habían fijado los ojos a causa de su vejez.
día en que temblarán los guardas de la casa y se encorvarán los hombres robustos, y cesarán las que muelen, por ser pocas, y se ofuscarán las que miran por las ventanas;