Mas si su padre se lo vedare en el día que oyere hablar de ello, ninguno de sus votos ni de sus entredichos con que ha obligado su alma subsistirá; y Jehová se lo perdonará, por cuanto su padre se lo ha vedado.
Mas si en el día que lo oyere su marido se lo vedare, quedará derogado su voto que ella tiene sobre sí y la inconsiderada promesa de sus labios con que ha obligado su alma; y Jehová se lo perdonará.
Y él respondió: Varones hermanos, y padres, escuchad: El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham, estando él en Mesopotamia, antes que habitase en Carán;