EN seguida, mandó José al mayordomo de su casa, diciendo: Llena de provisiones los costales de estos hombres, cuanto puedan llevar; y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal.
Se acercaron entonces los días en que Israel había de morir; por lo cual llamó a José, y le dijo: Si es que he hallado gracia en tus ojos, ruégote que pongas tu mano debajo de mi muslo, y uses conmigo de misericordia y verdad. Ruégote no me sepultes en Egipto;
Y conspiró contra él su siervo Zimri, capitán de la mitad de sus carros: pues estando él en Tirsa, bebiendo y emborrachándose en casa de Arsa, que era mayordomo de palacio en Tirsa,