suceda pues que la joven a quien yo dijere: Abaja, te ruego, tu cántaro para que yo beba; y ella respondiere: Bebe tú, y también a tus camellos daré de beber; sea ésta la que designaste para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que has usado de benevolencia para con mi señor.
heme aquí junto a la fuente de las aguas; suceda pues que la doncella que saliere a sacar agua, a quien yo dijere: Déjame beber, te suplico, un poco de agua de tu cántaro;
Lejos del estruendo de los arqueros, en medio de las pilas de aguas, allí recuenten los beneficios de Jehová, los beneficios hechos a los distritos rurales en Israel: ¡ahora baja libremente a las puertas el pueblo de Jehová!