Y dijo: Toma a tu hijo, a Isaac, tu hijo único, a quién amas, y véte a tierra de Moría, y ofrécele allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
Y Dios respondió: Sin embargo, de cierto Sara tu mujer te parirá hijo, y le darás el nombre de Isaac; y estableceré mi pacto con él por pacto eterno, y con su simiente después de él.
Pero dijo Dios a Abraham: No te parezca esto gravoso a causa del muchacho y a causa de tu sierva; en todo lo que dijere Sara, oye su voz; porque en Isaac será llamada tu simiente.
Y dijo: No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; pues ahora conozco que tú temes a Dios, ya que no me has negado a tu hijo, tu hijo único.
Y por la mañana, madrugando Abraham, aparejó su asno, y tomó dos mozos suyos consigo, y a Isaac su hijo, y partió leña para el holocausto, y levantóse, y fué al lugar que le había dicho Dios.
Y cuando hubieron llegado al lugar que le dijo Dios, Abraham edificó allí un altar, y puso en orden la leña, y ató a Isaac su hijo, y púsole sobre el altar, encima de la leña.
Por lo cual tomó a su hijo, el primogénito, que debía de reinar en su lugar, y le ofreció en holocausto sobre el muro. Y hubo grande indignación contra Israel: y éstos levantaron el campamento de en contra de él, y se volvieron a su país.
ENTONCES principió Salomón a edificar la Casa de Jehová en Jerusalem, en el monte Moría, donde apareció el Ángel a David su padre; en el sitio donde David había hecho los preparativos, en la era de Ornán jebuseo.
¿Acaso Jehová se complacerá con millares de carneros, o con diez millares de arroyos de aceite? ¿daré mi primogénito por mi transgresión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?
El que ni aun a su propio Hijo perdonó, sino que le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos ha de dar también de pura gracia, todas las cosas juntamente con él?
¶Por fe Abraham, cuando fué probado, ofreció en sacrificio a Isaac; es decir, el que había recibido gozosamente las promesas, iba a ofrecer a su hijo unigénito,
entonces será que lo que primero saliere por las puertas de mi casa, a encontrarme cuando volviere en paz de los hijos de Ammón, será para Jehová, y lo ofreceré en holocausto.
Y sucedió que al fin de los dos meses, ella volvió a su padre, el cual cumplió con ella el voto que había hecho: y ella nunca conoció varón. Y se hizo costumbre en Israel