Y vino uno que escapó, y avisó a Abram el Hebreo, el cual habitaba en el encinar de Mamré amorreo, hermano de Escol y hermano de Aner, que eran aliados de Abram.
Mas aconteció que, como se le prolongasen allí los días, asomándose Abimelec, rey de los Filisteos, a una ventana, miró, y he aquí que Isaac jugueteaba con Rebeca su mujer.
¡Los dioses de Abraham, y los dioses de Nacor juzguen entre nosotros! dioses también del padre de ellos. Mas Jacob juró por el Temor de su padre Isaac.
Y sucedió que cuando Faraón hubo enviado al pueblo, no le condujo Dios por el camino de la tierra de los Filisteos, porque estaba cerca; pues dijo Dios: No sea que se arrepienta el pueblo al ver la guerra, y se vuelva a Egipto;