Y abrió Dios los ojos de ella de manera que vió un pozo de agua; y fué y llenó el odre de agua, y dió de beber al niño.
Por tanto se llamó aquel pozo Pozo-del-Viviente-que-me-ve: he aquí que está entre Cades y Bered.
Y hallóla el Ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, la fuente que está en el camino de Shur;
Entonces Jehová quitó el velo de los ojos de Balaam, de modo que vió al Ángel de Jehová puesto de pie en mitad del camino, con su espada desenvainada en la mano; e inclinó la cabeza y postróse sobre su rostro.