¿No me dijo él mismo: Mi hermana es; y ella, pues también ella dijo: Es mi hermano? Con sencillez de mi corazón, y con inocencia de mis manos, he hecho esto.
Y sucedió que como me hiciese vagar Dios de la casa de mi padre, le dije a ella: Esta es la merced que me has de hacer. En todo lugar adonde llegaremos, dirás de mí: Mi hermano es.
Y a Sara dijo: He aquí, he dado mil siclos de plata a tu hermano: considera que esto te servirá de reparación por todo lo acontecido, y para con todos los hombres; así ella quedó vindicada.
Y en cuanto a ti, si anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, con integridad de corazón y con rectitud, haciendo conforme a todo lo que te tengo mandado, y si guardares mis estatutos y mis leyes,
¡Oh, Jehová! ¡acuérdate, te lo suplico, de cómo he andado delante de tu rostro fielmente, y con corazón sincero, y he hecho lo que es bueno ante tu vista! Y lloró Ezequías con llanto grande.
Yo sabía también, Dios mío, que tú pruebas los corazones, y te complaces en la rectitud: yo pues en la rectitud de mi corazón te he ofrecido voluntariamente todo esto; y ahora veo con regocijo a tu pueblo, los que se hallan aquí, ofrecerte espontáneamente sus dones.
Mi Dios ha enviado su ángel, y ha cerrado la boca de los leones, de modo que no me han hecho mal alguno; por lo mismo que delante de él la inocencia fué hallada en mí; asimismo delante de ti, oh rey, ningún mal he hecho.
¶Porque nuestro regocijo es esto: El testimonio de nuestra conciencia, que con santidad, y con sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino por la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mayormente para con vosotros.
El Dios de dioses, Jehová, el Dios de dioses, Jehová, él sabe, e Israel, él también sabrá: si ha sido con rebelión, o si con traición contra Jehová (no nos perdonéis hoy),