Y a los hombres que estaban a la puerta de la casa los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor: y ellos se cansaban buscando inútilmente la puerta.
Y cuando los Siros bajaron contra él, Eliseo oró a Jehová, y dijo: ¡Ruégote que hieras esta gente con ceguera! En efecto, Jehová los hirió con ceguera, conforme al dicho de Eliseo.
Ahora pues, he aquí que la mano del Señor está sobre ti, y estarás, ciego, sin ver el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él obscuridad y tinieblas; y andaba en derredor buscando quien le llevase de la mano.