Entonces dijo: Yo te ruego no se encienda la ira del Señor, y hablaré: Quizá se hallarán allí treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta.
Y dijo: Yo te ruego no se encienda la ira del Señor, y hablaré solamente esta vez: Quizá se hallarán allí diez. Y respondió: No la destruiré por amor de los diez.
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que se las piden?