Y Sarai dijo a Abram: Mi agravio recaiga sobre ti; yo puse mi sierva en tu seno, mas viendo ella que ha concebido, soy despreciada en sus ojos. Juzgue Jehová entre mí y ti.
¡Los dioses de Abraham, y los dioses de Nacor juzguen entre nosotros! dioses también del padre de ellos. Mas Jacob juró por el Temor de su padre Isaac.
Así el rey Joás no se acordó de la benevolencia que Joiada su padre había usado para con él, sino que mató a su hijo; el cual dijo al morir: ¡Véalo Jehová, y pida cuenta de ello!
les dijeron: ¡Jehová os mire, y juzgue, porque nos habéis hecho odiosos a Faraón y a sus siervos, con el fin de poner espada en mano de ellos para matarnos!
¡La violencia hecha a mí y a mi carne, recaiga sobre Babilonia! dirá la habitadora de Sión; y ¡recaiga mi sangre sobre los habitantes de Caldea! dirá Jerusalem.
Yo pues no he pecado contra ti, mas tú me haces a mí agravio, peleando contra mí. ¡Jehová, el Juez, juzgue hoy entre los hijos de Israel y los hijos de Ammón!